5 claves sobre dirección de actores
- Publicado por cineupdate
- 7 abril, 2015 a las 10:17
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Por Camino Ivars
Una de las materias más complicadas en el campo cinematográfico es la dirección de actrices y actores, encargados de materializar al fin y al cabo aquello que han leído en el guion y que el director ha imaginado, algo que se trabajará en CAMPUS LA. Se trata de una labor que requiere de mucha paciencia y de muchas horas de práctica. El director es el responsable de dar vida a estos personajes que previamente ha imaginado y de recrearlos, con la ayuda de un numeroso equipo técnico y artístico, de estos actores, un espacio y una situación concreta. En el cine nada ocurre por azar.
1. Conocer métodos y técnicas de dirección de actores
Existen numerosas teorías e incluso cursos especializados en esta materia. Uno de los más famosos es el llamado ‘Método Stanislavski’, una teoría del actor, director escénico y pedagogo teatral Konstantín Stanislavski (Rusia, 1863) que afirmaba que una persona puede controlar el rendimiento en los aspectos más intangibles e incontrolables del comportamiento humano, tales como las emociones y la inspiración artística, y que se basaba en diez conceptos clave como la concentración, la relajación, el estado mental creativo o el sentido de la verdad, entre otros. Otra de las aportaciones más importantes de este campo es la realizada por Los Meininger, compañía teatral que marcó tendencia hacia 1860 en toda Europa. Su técnica se basaba en la disciplina y en la horizontalidad de sus actores, entre los que no existían diferencias entre protagonistas y secundarios. Si echamos un vistazo a la época moderna hay varias escuelas a la vanguardia de la dirección actoral como la Escuela Lee Strasberg de Los Ángeles o el Stella Adler Conservatory de Nueva York, cuyas técnicas se centran en los propios objetivos del artista y en los sentimientos verdaderos del intérprete.
2. Comprender al actor y su trabajo
El actor es un componente vivo y como tal es imprescindible que impregne a su personaje con su propia personalidad. El director y guionista Oliver Stone afirma que “Hay cosas que, simplemente, no puedes escribir, como la manera que tiene un actor de mirar a otro actor. Y esas pequeñas cosas, lo son todo en una película”. En muchos casos, el modo de construcción de los actores no es igual al de los directores, ya que requieren de un trabajo mucho más minucioso y detallista e, incluso, individualista. En estos casos es el director el que ha de salvaguardar la visión en conjunto, como explica muy bien el director canadiense David Cronemberg: “Al principio veía a los actores como enemigos, porque me parecía que no entendían la presión que yo estaba soportando, todos ellos parecían preocupados por cómo tenían el pelo, el maquillaje y el vestuario, unas cosas, que por descontado, me parecían totalmente banales. Pero con el tiempo comprendí que estaba equivocado. Esas son sus herramientas y son tan importantes para ellos como son para mí la cámara y las luces. Para un director lo que importa es el filme, para un actor es el personaje”.
3. Los ensayos
El propio Stanislavski veía imprescindible la fase previa a la acción en sí, es decir, los ensayos. En su opinión, los propios intérpretes debían de asumir el rol de creadores durante esta fase previa, con el fin de “estimular la imaginación y atraer la sensibilidad”. El propio guion, e incluso la personalidad de los personajes, puede variar durante los ensayos. Es el momento en el que se comienza a materializar la historia de manera real. Hay directores más y menos amigos de esta fase, uno de los más escépticos es David Lynch: “Hay que hablar mucho con los actores hasta estar seguro de que os movéis en la misma dirección. Los ensayos pueden ayudar a encontrar el tono adecuado, pero hay que tener cuidado. Personalmente, siempre me preocupa perder la espontaneidad de la escena al ensayarla demasiado, no quiero perder la magia que, a veces, surge en el primer encuentro”.
4. La puesta en escena
Este concepto se refiere a la interrelación del personaje con el espacio en el que se desarrolla la acción y a su arquitectura visual como soporte fundamental. Aquí es donde lo visual cobra mayor importancia. El director o directora, en este caso ayudados por el equipo de arte, decorados, vestuario y maquillaje, debe crear aquello que previamente ha imaginado, y mostrar al actor cómo se desarrolla la acción y dónde.
5. El casting
Todo comienza aquí. Es una de las fases del proceso actoral más importante. Es en este preciso momento cuando el director o directora decide quién va a ser la persona encargada de dar vida a los personajes. Algunos directores como Woody Allen, aseguran que es la fase en la que se juega gran parte de la película: “La gente suele preguntarme muchas veces cuál es el secreto de la dirección de actores y siempre piensan que estoy soltando una gracia cuando les contesto que lo único que debes hacer es contratar gente con talento y dejar que hagan su trabajo”.
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Imagen: Edmund Goulding “ayudando” en la posición del beso de dos actores (1927) / by National Photo Company Collection (Library of Congress) [Public domain], via Wikimedia Commons
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